Una buena sesión de masaje muscular, provoca principalmente 3 efectos físicos benéficos sobre el cuerpo
- Mejora la perfusión sanguínea de los tejidos masajeados
- Moviliza y flexibiliza los planos de deslizamiento entre los músculos normalizando y facilitando su trabajo conjunto
- Equilibra la actividad neurovegetativa e influye de forma constatable sobre estados de agotamiento nervioso o estados de ansiedad.
Teniendo en cuenta estos tres grandes beneficios, tomar regularmente masajes corporales aunque no medie una prescripción terapéutica, es un regalo que podemos hacernos para mejorar nuestro confort y calidad de vida.